Santiago Carrera, «Evidencias»
Inauguración Miércoles 12 de Marzo, 20.30 hs
Espacios ignotos, personajes anónimos, lugares olvidados, silencios. Estos son solo algunos de los elementos que se desprenden de las fotografías de Santiago Carrera, que a la manera de un detective cauteloso permanece oculto observando aquello que lo rodea para presentarnos, a través de su obra, un panorama aparentemente desolador. Cada fotografía forma parte de una construcción global, que demuestra que el mundo está habitado por seres que la construyen desde el anonimato.
“La simplicidad es la máxima perfección” expresaría alguna vez Albert Einstein y no estaba equivocado. A veces resulta más sencillo llamar la atención acentuando grandilocuencia que demostrando talento e imaginación por medio de la sencillez. Carrera lo consigue retratando estos detalles aparentemente insignificantes en la búsqueda por encontrar en ellos la verdadera belleza y rescatar el valor que allí se esconde. En cada imagen se percibe un clima de tensión que en forma de aura engloba el conjunto de obras que no dicen nada y a la vez lo dicen todo. Los lugares relegados, las sillas vacías,
las paredes marcadas y los objetos sin dueño son parte de un relato que sólo pudo haber sido construido por medio de una presencia humana y que intenta comprender porque, quienes formamos parte de este universo, sentimos la necesidad de dejar estas huellas, que evidencien que alguna vez estuvimos aquí.
Esto planta una duda que parece no tener un respuesta fácil, ¿acaso no somos más que ese rastro que queda en el camino?, cuando ya no estamos, ¿que demuestra nuestra existencia ? ¿quién la defiende ?
Cada escena conforma una realidad que sentimos ajena porque el ritmo en la obra de Santiago va en contra de nuestra contemporaneidad, donde todo se mueve a una velocidad ridícula y desmesurada.
Aquí nadie está apurado, no hay adonde ir, no hay nada para hacer más que detenerse a contemplar en la quietud absoluta a la espera de que algo estalle, si es que alguna vez lo hace. A pesar de que la mayoría de los escenarios se encuentran deshabitados, por momentos resurge la figura del hombre, ya sea de espaldas o recostado. No busca ser protagonista de la situación, solo pretende conectarse con la magnitud del mundo que lo rodea.
Con ese accionar se percibe una leve sensación de movimiento que resuena en algunas de las imágenes, como queriendo desprenderse de la quietud que los hechiza. Lentamente la vida vuelve a renacer del silencio y comprendemos que el panorama no era tan desolador como parecía. Nos invade una sensación de esperanza que reafirma que al fin y al cabo no estamos solos y que a través de los encuentros con otros podemos crear historias y volvernos más que la simple huella que dejamos al pasar.
Melisa Boratyn \ Curadora
Agradecemos a Santiago Carrera el habernos confiado una vez más la impresión de la totalidad de las obras presentadas en esta muestra que recomendamos ver, observar y disfrutar. No se la pierdan.
Lugar: Naranja Verde. Avenida Santa Fe 1284 Piso 1º, C.A.B.A.