¿Quién es Quién? Charles C. Ebbets
Cuantas veces hemos visto esta fotografía?
El título de esta fotografía es¨Almuerzo en lo más alto del rascacielos» (‘Lunchtime Atop a skyscraper’) y fue tomada por CHARLES CLYDE EBBETS el 29 de septiembre de 1932 durante la construcción del edificio de la RCA , sede de la famosa radio (y actualmente General Electrics) del Rockefeller Center en Nueva York.
Esta fotografía se ha convertido en una de las más importantes de la historia, siendo toda una leyenda otorgándosele varios atributos. Es una de las que más copias ha vendido en la historia de la fotografía y se ha calificado este material como una representación icónica del siglo XX en la fotografía americana.
Aunque la imagen fue publicada poco después en el New York Herald Tribune, no sería hasta octubre de 2003 que se reconociera oficialmente su autoría de la foto, pues hasta entonces simplemente formaba parte de lo que se denominaba el Archivo Bettman, dentro del ingente volumen de fotos sin firmar de autorías distintas.
Muestra a 11 obreros almorzando sobre una viga en el piso 69 de los 71 (a unos 244 m del suelo), haciendo un descanso para comer sentados, con la ciudad y el vacío a sus pies. El propio autor se trepó por las vigas para poder tomar una serie de fotografías. No hay fondo verde, photoshop ni edición postproducción.
La crisis de los años 30, provocó un elevado desempleo y la necesidad de la gente de conseguir un trabajo, los llevaba a realizar tareas impensadas. Ebbets reflejó en cada foto la situación general de la población del país y como las personas eran capaces de jugarse la vida por conseguir un trabajo. En esta obra pretendió enseñar a la sociedad en construcción que se sostenía frágilmente, sin ningún tipo de salvavidas, y a los propios hombres, inconscientes pero contentos, que la integraban . La fotografía sirvió en definitiva, para denunciar las pésimas condiciones laborales de los trabajadores en esa época.
Otras fotografías realizadas en esta serie, muestra a gente realizando actividades propias de personas de clases más altas o a hombres de negocios, pero siempre en las alturas, usándolo quizás como una metáfora del frágil equilibrio con el que se mantenían todas las clases de la sociedad, la economía y la vida en general en ese tiempo de crisis.
Ahora bien, ¿quien era Charles Ebbets?
Charles Ebbets nació en Gagdsen, un pequeño pueblo de Alabama, en 1905.
Su afición por la fotografía comenzó en él siendo todavía un niño teniendo su primera cámara fotográfica a los 8 años de edad.
En 1920 debido a problemas económicos en su familia, deja la escuela y comienza a trabajar con su padre en un periódico local, donde publica sus primeras fotografías.
A los 16 años deja su casa y se trasladó a Montgomery (Alabama) para empezar a trabajar por su cuenta en un periódico local. Fue allí donde empezó a forjar su idea de ganarse la vida haciendo fotos.
Su conocimiento del deporte lo llevó a trabajar como fotógrafo oficial del boxeador Jack Dempsey y a cubrir eventos deportivos en ciudades como Miami, Augusta, Virginia Beach y Nueva York. En poco tiempo se convirtió en fotógrafo freelance para el Miami Daily News, y empezó a nacer su fama de fotógrafo atrevido, siendo conocido por los editores de periódicos como aquel que conseguía las imágenes que nadie más se atrevía a realizar.
En 1927 fue una de las tres personas elegidas por la Essex Motor Company para hacer el Tamiami Trail, un complicado recorrido en automóvil desde Miami a Tampa, en virtud de su amplio conocimiento de la región y la vida silvestre y por supuesto, su ya conocida habilidad con una cámara para documentar la aventura. Las fotos de su éxito se llevaron a los periódicos de todo el país.
Un año después de realizar las famosas fotos de los rascacielos, Ebbets regresó al sur de Florida de forma permanente y continuada para establecerse como un conocido fotógrafo. Durante este tiempo él comenzó a centrar su trabajo en la Ciudad de Miami.
En 1935, Charles se convirtió en el primer fotógrafo asociado de prensa oficial en el estado de Florida. Ese año, mientras se encontraba cubriendo la construcción del primer ferrocarril en los Cayos de Florida, se vió atrapado en un desastre natural, un huracán de categoría 5. Sin el beneficio de la alerta temprana, más de 400 personas murieron en la tormenta. Charlie fue el primer fotógrafo en la escena, que envió las primeras fotos de la devastación a todo el país. Su foto del huracán del día del trabajo recorrió el mundo entero.
En el estallido de la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas estadounidenses le llamaron a filas, pero se encontró con que a pesar de ser un piloto con licencia, una lesión en la espalda mientras hacía fotos en los Everglades le hizo inelegible para participar en el servicio militar. No obstante, al ser un piloto experto, se le reclama como agregado a los Servicios Especiales del Cuerpo Aéreo del Ejército y más tarde se le asignaría al Instituto de Aeronáutica Embry-Riddle, que era el lugar de formación estadounidense y británica del Royal Air Force. Los cientos de fotos que disparó son una historia gráfica que cuentan la colaboración de los dos países en tiempos de guerra. Esta época contiene fotos históricas de la aviación temprana.
El estilo fotográfico de Ebbets se caracteriza por la obtención imágenes con un generoso grado de impacto, llegando incluso a asemejarse en ocasiones con escenas cinematográficas, que podría explicarse debido a su pasado como director y actor. Debido a ese aspecto arriesgados muchas de las fotografías pueden parecer retocadas pero Ebbets se las ingeniaba para conseguirlas sin necesidad de falsearlas.
Al final de este conflicto Charles volvió a su casa en Miami y sería el fotógrafo oficial de la ciudad durante 17 años hasta su retirada en 1962. Por desgracia, perdió una larga batalla contra el cáncer y murió en 1978 a la edad de 72 años.
Charles C. Ebbets fue una vida que ejemplifica la idea de vivir cada momento al máximo y saborear cada experiencia por sí misma. Si hubiera sido un hombre más comercial, su nombre podría haber tenido un reconocimiento mucho más general. En su lugar, decidió poner su empeño en vivir cada momento como y cuando quiso y así lo reflejó en sus fotografías.